Te complaceré en todo si te quedas conmigo.

¿Quieres saber quién es la reina de la complacencia cuando se trata de la pareja? 
¡Yo mera! ¡Complacer es mi pasión!

Complacer significa: Causar a alguien placer o acceder a lo que el otro desea. 

Con los años  y una que otra introspección, he admitido que me encanta vivirme en relación, es decir: tener pareja...  y que complacer a mis parejas quizá sea uno de los sellos distintivos de mi forma de vincularme, un punto fuerte para atraer y sostener  relaciones porque, ¿A quién no le gusta que lo complazcan en todo?, pero al mismo tiempo, esta conducta, me ha impedido reconocer  mis propios deseos y necesidades. 

Complacer al otro es un acto de amor, es decirle  con tus acciones: "me importas, quiero que te sientas  bien a mi lado, quiero que tu experiencia conmigo sea increíble y haré lo que esté en mis manos para que así sea". 

Complacer a la pareja implica no ser egoístas, no pensar sólo en tu bienestar o conveniencia, sino también saber qué quiere o necesita esa persona y hacer el esfuerzo por facilitarselo. 

Casi siempre una persona complaciente resulta agradable o al menos útil... y  en mi caso, sentir, ver o escuchar que mi pareja está complacida con lo que he hecho me resulta satisfactorio, es como si alguien pusiera una estrellita en mi frente y me dijera bien hecho!. 

Visto de esta manera, complacer es una buena idea, pues haces feliz a tu pareja y al mismo tiempo  te sientes satisfecha (o) al ser  la causa de la felicidad de la persona amada... 

Peeero, como todo, hay otra cara de la moneda que no es ni tan agradable, ni tan  feliz. 

Toda conducta que repetimos una y otra vez  de forma automática, tiende a caer en un extremo y dicen que todos los extremos son malos. 

Lo grave de mi caso, no es que deje mis propios deseos a un lado o en espera, es que cuando mi único deseo es hacer feliz al otro, me pierdo completamente y ya ni quiera sé que es lo que quiero yo. 

Parece que para lograr ser toda una mujer complaciente profesional he tenido que engañarme a mi misma y hacerme creer que lo que el otro quiere es mi deseo también, y una vez que me he creido mi propia mentira, voy a cumplir sus deseos con toda la actitud, bien y de buenas. 

Lo que me parece interesante de esto es comprender:

¿Cómo y de qué forma aprendí que complacer al otro era una forma de ser aceptada, amada, recibida, etc.?¿Cuántos límites propios habré rebasado en este "deseo" de complacer?  

Realmente, ¿qué he ganado? 

¿Qué he perdido?

¿Este es un tema estructural? ... ¿Nos han enseñado como mujeres a complacer? ¿Me querían más cuando era obediente y hacía lo que me pedían?... 

Llevo un tiempo identificando mis deseos, tratando de tomar mejores desiciones, que mis necesidades no se queden en el olvido, poniéndome a mi en el centro de mi vida, complaciendóme, he dejado de necesitar la compañía del otro para sentirme plena. 

Aún disfruto complacer al otro, pero estoy encontrando los límites de esa complacencia, mis propios límites y si a alguno no le parece, pues entonces no estará en nuestro destino amarnos, ya no NECESITO que se queden conmigo a cualquier costo.💜

❣️ Si te cuesta trabajo poner límites a los demás. 

❣️ Si te da miedo o te incomoda la soledad.

❣️Si te cuesta trabajo valorarte, eres demasiado exigente contigo mismo o te comparas con otros.

❣️Si das demasiado, pones las necesidades de los demás por encima de las tuyas.  

❣️Si te has relacionado con personas violentas o manipuladoras. 

❣️Si responsabilizas a los demás por tus estados de ánimo. 

❣️Si te da miedo el compromiso, huyes de las relaciones serias o te relacionas de forma dependiente.

❣️ Si descuidas tu salud física y emocional.

❣️Si exiges a los demás que te quieran, te cuiden o te amen.

❣️Si buscas cubrir tus vacíos en el exterior, con personas, vicios o trabajo excesivo.

... INSCRIBETE A... 

❣️ Ámate tú ❣️

Un curso en dónde aprenderás a conectar con el amor más importante: el amor propio, a través de un profundo trabajo de autoconocimiento y sanación. 

Da clic aquí para ver más información. 🙏🏻